EL VIEJO AYER NO ESTABA
Y tener todo el tiempo del mundo detenido
Y con ojos opacos recordar
Y mirar una y otra vez los desamores pasar
Y ser viejo porque no se puede ir a parte alguna
Ni a renegar de los errores
Ni al consuelo de la vida sucumbir
Ni al país del aplauso inmerecido visitar
Y no soportar la cochina soledad
Morir de ella sin remedio. La condena
Es sentarse bajo el quicio de la puerta
Donde la sombra a espaldas lo contempla
Y la luz del sol de la tarde deslumbra, cruel,
Todo el tiempo del mundo detenido,
A la muerte que no llega
Piensa de ella que no es muerte
Que hay más muerte
En las moscas
En el tiempo todo del mundo detenido
Que no cesa
Que muerde su carne sin sustancia
Cada minuto herido por las mismas cosas
No ve coches desfilar
Su atrición está fuera de sus manos
“¿Qué cosa fue?” ya no pregunta
Rendido a lo que es todo el tiempo del mundo detenido
De la tarde de verano
Se la pasa con las moscas
Soñando con la casa del Señor.
El viejo ayer no estaba
Y pensé que al fin
Todo el tiempo del mundo detenido
Que a nadie importa,
Ha descansado
Ha huido
Que el reloj ha hecho tic tac
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