LA LUNA
La luna no es nuestra casa
la blanca manzana quiere verde vivir,
para sí musita…
La luna fue…
de falaces amores en cráteres ocultos, picadero;
de escamas retóricas, de palabras toscas,
confidente.
La luna fue…
la luna fue de nuestra chispa traviesa, secuaz;
de la mentira que nos dijimos, delatora.
La casa fue,
de corazones rotos
que no pagan hipoteca:
oKupada.
La luna no es nuestra casa.
Cuando se levante corpórea del reino patético del sueño,
cuando emerja anti onírica, necesaria…
apetitosa, cremosa y golosa, metálica y diamantina;
al despertar a la ávida mirada del menesteroso colectivo egoísta,
reñida, peleada, disputada, zaherida.
Previsora, sabia, sin hacer porque no es hacer cosa de
Lunas,
verá aire transparente tornarse hollín,
maderas de bosques suplantar su brillo Prometeo;
de aquello que era agua, barro sucio...
Llorará cometas fugaces, sin pretenderlo, lunática
de gusanos horadada,
en sus cobaltos, entrañas.
"Letrina, ya soy tu casa"
