SOLEDADES
<Para el que
enferma gravemente en la juventud de su vida, el tema central de la existencia aparca
todo lo demás: con la esperanza puesta en vivir,
en vivir con mayúsculas otros días, la médula en cuestión es la supervivencia. El
enfermo grave dirige la vista a lejanos horizontes donde ¿moran? otros días que
él o ella revestirán de amplitud espiritual y expectativas físicas; otros días
que son soñados desde el ocaso en la ventana. La vida herida dentro del miedo
llora unos minutos cada día cuando se baten en la soledad las fuerzas acopiadas.
Saturno al acecho, Shapatu.
Para el
paciente grave de una enfermedad rara la soledad es peor. Rodeado como está de
una suerte de incomprensión social debe sentir, a lo sumo y con suerte, que es
la isla familiar la Tierra toda que impotente le observa mientras él se adentra
en el mar. Shapatu.>
REFLEXIÓN
Reflexiono
sobre la importancia social y humana de hacer este acompañamiento en la doble soledad
que acogota al que está muy enfermo y padece una enfermedad muy rara. En un
solo hombre, en una sola mujer y en un solo niño…en una persona está de alguna
forma la humanidad en su totalidad, pero la conciencia sobre una enfermedad
rara que afecta a un hombre, mujer o niño no es fortuna de las masas. Quiero entonces
llamar la atención sobre la amenaza que supone en nuestras vidas una enfermedad
moral nada rara, tan común como arrojar a la basura un trasto viejo, más grave
que cualquier enfermedad rara: el abandono a
su suerte de los enfermos singulares. ¿Somos vampiros selectivos que
desaparecen a voluntad de los espejos incómodos? ¿Qué porción de humanidad
empieza a merecer la consideración de
todo el resto? ¿Qué cosa nos decimos cuando presumimos no dejar a nadie
atrás?
Por eso,
dedico este escrito a los profesionales de la medicina, con especial énfasis
puesto en mi hermana Isabel, amén del resto de socios, personas, empresas e
instituciones que con su comprensión, optimismo, ejemplo, trabajo y tesón hacen
posible:
a) la labor
médica puntera en cuanto al tratamiento de un tipo de cáncer muy raro, de cuyos
avances y logros se beneficiarán por difusión innumerables enfermos de cánceres
más comunes.
b) la labor
social y humana de PHEIPAS (*) en todas sus dimensiones. En su doble
acompañamiento al “enfermo raro”, en su ataque a la soledad siniestra; en su
labor educativa y expositiva; en su pro actividad en la formación evolutiva de
las conciencias personales en el seno de lo social; en su información sobre la
incidencia de enfermedades raras (en realidad no tan raras) y en la
identificación de su alcance virtual; en su apuesta por la medicina preventiva
sobre los pacientes virtuales.
¿Qué harías
si entendieras que tú también puedes ser
raro?
(*) PHEIPAS:
(#PHEOCHROMOCYTOMA
& #PARAGANGLIOMA & otros
tipos de CÁNCER relacionados poco frecuentes. ACCIÓN SOCIAL)
No hay comentarios:
Publicar un comentario