17 de noviembre de 2015

¿POR QUÉ, INERME EUROPA?



¿POR QUÉ, INERME EUROPA?

Hoy sólo puedo estar con los cristianos, y de ahí con todos los perseguidos en la desbandada que es el mundo, porque lo son en calidad de perseguidos por un objetivo de dominación. Algunos de nosotros somos desastrosos como cristianos. Sin embargo, vamos a volver la vista a las raíces. Lo estamos viendo en Europa. Viendo y viviendo en Europa. Sólo la cristiandad puede oponerse a esta barbarie creada ex profeso contra Europa. Sí, barbarie creada.

Cada cual extraiga sus conclusiones. Que pregunte y se pregunte. ¿Se basta el Islam para esto? Pregunta incómoda que concita a mi vera simpatías que quiero desdeñar. No debe importarme convencer, sólo entender. ¡Silencio! Porque ha tenido cómplices necesarios entre ideologías (multiculturalismo por ejemplo, el que lleva usando Francia durante tres generaciones y exportando al resto de Europa), y con esto levantan otros la cabeza, interesados en aquello que apuntale su visión preformada y cancelada. Pero sigo mi camino, voy de paso y paso. ¿Equidistancia? Todo lo contrario. Aproximación interesada: debe importarme comprender. Sigo. Entre los artífices encontraremos a los países y bloques que luchan por el petróleo. En el control geoestratégico de la zona el petróleo y el gas representan el objeto del deseo presente (aunque esto es un juego de futuro y por tanto es objeto de paso). Y aquí entran USA-Israel y Rusia: ¡Europa es sacrificable en este juego! Éste es el presente. Surge una pregunta en extremo inquietante: ¿Quiénes son rivales en este juego? ¿Quiénes se alían contra quién? ¿Y si USA-Israel-USA nos la están jugando? Éste es el presente. Lo dejo en el aire.

Francia se juega SER o NO SER. Francia, tras los atentados de París, no busca principalmente responder a los ataques sino una afirmación de vida. Y perdurar. Europa se constipa cuando Francia estornuda. ¿no es así? Nos están colando un gol por la escuadra. El islamismo no es respondido en el mundo musulmán (apenas en Europa). Entonces, el islamismo y silencio obtenido del mundo musulmán -fruto del miedo- nos deja frente al odio. Que en la comunidad islámica de Europa apenas exista contestación es preocupante y debe alertarnos al máximo. Dadle una oportunidad y promoción al islamismo, armadlo, alentarlo también desde dentro, permitid que dé rienda suelta a su odio y veréis la reedición de Al Ándalus. Me temo que la oportunidad ya se le ha dado. Mas por sí solo no habría podido. Sin el concurso de los actores principales (también de aquellos  que niegan serlo y suman su hipocresía a la ecuación) en el juego de poder que se dirime en Oriente Próximo –mal llamado Oriente Medio- y la consecuente desestabilización de la zona, no habría sido posible.

Pónganse los puntos cronológicos de los que parte la situación actual. El ejercicio puede merecer la pena, aún y sobre todo a riesgo de ser tildado de tal o cual forma. Pónganse los hitos en la creación del estado de Israel en Palestina (1947-48), en la Guerra de los Seis Días (1967), en las promesas británicas incumplidas a los musulmanes de Oriente Próximo, en las multimillonarias ayudas a Palestina que hicieron multimillonarios a los Arafat y compañía, en las promociones y derogaciones de regímenes y sátrapas de la región y regiones colindantes, en Wall Street, en el fracaso estrepitoso del multiculturalismo, en el colonialismo africano del siglo XIX, en las revoluciones pendientes, en la justificación de los atentados, en mayo del 68, en los atentados de Munich, en la primavera árabe, en las suciedades de los servicios secretos, en las fuentes de financiación…y en otros aspectos que se remontan muchos siglos atrás.

Y luego ustedes reduzcan a lo que quieran y lo que quieran, pero no digan que eso es razón. Háganlo bajo su responsabilidad y albedrio. No nieguen la complejidad de la Historia. Y no piensen tampoco que la Historia pueda ser aprehendida por su filosofía, porque la filosofía de la historia solo da trasgos y planos sesgados, orientaciones misteriosas y sugestivas, visiones poderosas que son rebasadas y pinchadas por la realidad como pompas de jabón. La realidad se mueve en un nivel más profundo. Necesarias sugerencias, pero absolutamente insuficientes. A este respecto me vienen las palabras de un estudio que leí, dirigidas a la obra de Oswald Spencer, autor de la celebérrima ‘La decadencia de Occidente’: < Frente al papel que Hegel quería asignar a la razón humana en la marcha de la Historia, observó Buckhardt, tan burlona como resignadamente. “Nosotros…, no estamos iniciados en el misterio de los fines de la Sabiduría eterna, y no los conocemos.” Sea como fuere, nada se le antojaba más inadmisible que una descarada anticipación de premisas erróneas, aunque era plenamente consciente de la siempre renovada fecundación de la Historia por parte de la Filosofía, y en especial de la Filosofía de la Historia. “De todos modos, debemos al centauro la máxima gratitud, y es un placer saludarle aquí y allá, en el lindero del bosque de los estudio históricos. Sea cual haya sido su principio básico, ha sabido lanzar algunas penetrantes miradas a través de la maraña del bosque y ha puesto sal en la historia. Pensemos en Herder.”> (*)


Que el devenir de los grandes rasgos impersonales de la Historia sea previsible y evitable es cosa que hay que poner en la rango de las dudas mayores. Porque si bien es una cuestión inconclusa, sus respuestas tienen tintes siniestros y se encuentran trufadas de peligros que colisionan con la concepción misma de la libertad. Por lo tanto debemos extremar la precaución. Corremos un peligro cierto cuando simplificamos el problema histórico: la pérdida de soluciones, la pérdida de opciones, el sellado de las salidas. En resumidas cuentas, la merma de la libertad. Si la historia volviese a empezar: ¿podría ser a grandes rasgos distintas de cómo ha acontecido? Dicho de otro modo: ¿estaría el Oriente Fértil en el mismo lugar preeminente? Mientras decidimos, mientras alentamos un estado de razón, quizá lo más imperioso al hombre es saber ventear con conciencia de la problemática que eso supone, con una visión más amplia, el presente a través de la Historia; y quizá, también, sea lo mismo su más triste condena. E imposible paliarla. Y tal como el ábate Galliani captase, la previsión sea una lectura tendenciosa, la malicia que transforma los deseos del hombre en los frutos prohibidos del bien y el mal.

Europa, puesta bajo el paraguas de Estados Unidos, sin autonomía, hoy no pinta nada. Europa debe tomar conciencia de su propio peso para asumir de nuevo su estatus perdido. Sólo así el satélite se hace planeta. Solo así no se es en el juego de la previsión un ente prescindible. Hoy no, hoy no hay paraguas. Lo diré: estamos siendo traicionados, somos prescindibles ¡Estamos siendo traicionados! La masonería con sus tentáculos ideológicos en todas direcciones (una hidra), tanto liberal como socialdemócrata, conservadora como comunista, nos ha colocado en el punto de mira. Entre los que teóricamente buscan solución teórica al conglomerado de acontecimientos tenemos a los populistas. ¿Es descabellado pensar que los populismos son atajos que nos llevan por la vía rápida a la rueda de triturar, a la misma rueda de moler que dicen querer destruir? 

Europa en el tapete. A la vista de los acontecimientos, la imprimación sionista es evidente. ¿El Estado Islámico es un enemigo creado? No voy a ampararme en un número de personas para sospecharlo. Me parece osado sospechar a solas: por lo mismo, sospechar a solas me parece recomendable. Sospecho que el Estado Islámico es un enemigo creado, alimentado y atacado de forma que se mantenga su magnitud. El silencio oficial que lo ha revestido y la “prudencia” con que es atacado así me lo hacen ver. ¿Han visto a Rajoy o a Merkel, al mismo Obama o a Hollande, durante estos años dando prioridad a este tema “irreal”? Europa va a pagar caro, ya lo hace, el seguidismo. La partida ha continuado y no nos hemos enterado del surgimiento de un nuevo orden mundial. Actitud suicida. Ese enemigo creado (creado por algo) marcha contra Europa. Sólo anteayer, después de la masacre de París, ha sido puesto en el foco del poder mediático. Que las atrocidades cometidas contra cristianos y minorías en Oriente Próximo hayan sido denunciadas en medios minoritarios o puestas bajo un velo extraño de surrealidad es revelador. Que tras París las atrocidades cometidas por el ISIS hayan tomado por asalto el podio de la actualidad es algo que no sólo se explica por el ombliguismo occidental bajo el cual miramos el mundo: la omisión informativa ha sido deliberada. Repito lo que pienso: Europa está siendo traicionada. Quiero apuntar, sin embargo, una precaución o reserva análoga a la que se da entre Islam e islamismo en la dupla Sionismo y judaísmo. Y distinguir entre los dos términos de los pares en la medida que sea posible…De cómo ha de distinguirse no puedo decir nada; de cómo sea el sentido de justicia y de la mesura que posea y decida poseer cada cual, tampoco. De los silencios cómplices…piense cada cual. En el nuevo orden somos la ofrenda sacrificial.

Una nota. Veamos Ucrania. En Ucrania se ha gestado un conflicto artificial de la noche a la mañana. Y entre dos mundos, el yanqui y el ruso, el tema de Ucrania garantiza la quietud de Europa. Europa ha decidido jugar una carta pasiva. Europa vive desactivada, pensando –ilusa Europa- que supone un freno a las aspiraciones rusas, fiel a la alianza con USA. Ucrania nos paraliza. Europa al matadero. Europa inerme.

Francia se está jugando el ser o no ser. El multiculturalismo es una idea fatal en sentido valorativo pero también y sobre todo en el sentido filosófico de la palabra fatal: final de cultura. Ser o no ser. Tres generaciones nacidas con la quimera del 68 han depositado a Francia en el nudo donde confluyen otros cuellos de la hidra, en el lugar y momento exacto para la suma de los efectos dramáticos. Veremos cómo de pertinaz es la reacción. Y veremos cómo de fatuo es el proyecto europeo, cómo de firmes son los socios. Me temo lo peor. Ser o no ser, he ahí la cuestión.


(*) TEORÍA E INVESTIGACIÓN HISTÓRICAS EN LA ACTUALIDAD
Capítulo I: OSWALD SPENGLER Y LA DECADENCIA DE OCCIDENTE, por Hans Herzfeld

EPÍLOGO

El silencio es cómplice. “Si lo hice fue porque me dejasteis” Hay que desenmascarar los silencios de consecuencias globales. Hay silencios que guardan tabúes y anatemas que han de ver la luz. La casa ha de respirar. El presente trágico que vivimos es la presa de una hidra cuyos tentáculos pensantes se adentran en el pasado, entre el mito y el mandamiento, la bruma y el documento, la memoria y las hagiografías. Otros apéndices se adentran en los futuros con idéntica promiscuidad, entre realidad e irrealidad: en paraísos, en realidades fractales, en contrafactuales, en expectativas, en alianzas y en deseos.

Tan falso es alojarse en el pasado como hacerlo en el futuro. Tan ilusorio. Las causas del presente están delante y detrás, arriba y abajo, convenientemente seleccionadas y deformadas por cada uno de los actores. Todos construimos así nuestra memoria: la memoria es la justificación ad hoc. Ella pone su mirada en la carretera y en los retrovisores; la memoria no es recuerdo.

Decían Schopenhauer que nos alienta la voluntad de vivir y que en no desear está la clave para no sufrir. Y respondía Nietzsche con la voluntad de poder, el perspectivismo vital. En su nihilismo positivo el hombre, tras sancionar la muerte de Dios se afirma a través de sus propios y nuevos valores. Su pensamiento ha sido infiltrado en lo colectivo. Desde entonces los sistemas de Gobierno fijan el bien y el mal. Solo cabe oponer una filosofía del cristianismo: la vida ocupa la cúspide, la empatía entre los hombres marca el linde de lo irrenunciable. Tan o más importante, el cristianismo filosófico adquiere sentido de las palabras más pétreas que Cristo haya pronunciado: "No se hizo el hombre para la Ley, sino la ley para Hombre". Anótese dónde se coloca el acento en cada una de las proposiciones, dónde las mayúsculas. Estas palabras de Cristo son el más contundente alegato contra el Relativismo que se hayan dicho jamás Y de ellas se desprende un corolario ecológico por difusión. El respeto y promoción de la vida.

Nos queda afirmarnos en el cristianismo filosófico contra todo historicismo. Suelo sólido, pie contra pared. Nos queda acabar con el perro rabioso que se ha metido en nuestra casa. Nos queda ir después a ajustar las cuentas con el hijo de perra que azuza el perro rabioso. Voy a crearme enemigos con esto. Si es así honraré al ex amigo sobre el enemigo: para el amigo que huye puente de oro. 

Un día apunté: “si dijera lo que pienso de verdad, muchos de mis amigo engrosarían las filas de mis enemigos”.

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