No me creo nada. Asisto a la sucesión de tuits y enlaces en
pantalla con indiferencia. Me fijo en pequeñas historias por si en ellas hay
verdad.
De-formación: exceso de informaciones contradictorias que
tomo por mentiras complementarias que me llevan a mirar detrás del telón.
La profusión de imágenes y la velocidad a que pasan, la
opinión sesgada, el ingenio, el debate imposibilitado, el impacto:
DE-FORMACIÓN.

Un pensamiento sin sistema es un número sin referencia a
nada, una palabra, una sílaba, un ladrillo que puede formar filas aquí o allá.
Un pensamiento sin sistema no tiene dueño, ya fue codificado
un billón de veces. Era ya pieza de tetris cuando no existía el juego.
Quien no se dota de un sistema del pensar delega sus
derechos de ciudadanía en quien se apropia de ellos y va a usarlo de carnaza.
La versión moderna de la venta del alma es la cesión de la
soberanía ciudadana del individuo al negrero que esclaviza al semejante.
Alma3.0…
Vender el alma3.0 es someter al hombre al sistema. Es,
parafraseando a Cristo, el Hombre para el Sistema y no el Sistema para el
Hombre.
ALMA3.0