SUCIAS ZARPAS EN TUITER. LA
CONSPIRACIÓN DEL SILENCIO (II)
La miopía ciudadana es el reverso
de la estrategia política de la Casta. Lo estamos viviendo. No lo vimos y
seguimos sin verlo. Borregos somos que construimos nuestro propio acorralado. Nosotros
mismos nos ponemos los grilletes, la mordaza, la camisa de fuerza y,
finalmente, la soga. Esto ocurre en todas las facetas de la vida social y en
mayor medida cuando permitimos que lo social irrumpa indiscriminadamente en
cada circunstancia y en todas ellas de nuestra existencia como individuos.
Porque con lo social hay que ser extremadamente cuidadoso; debemos pensar que
lo que un individuo cede de sí mismo voluntaria y/o irresponsablemente, puede
derivar en que a otro le sea impuesto violentando su voluntad. Pasa con la
seguridad y pasa con la privacidad y se manifiesta en el conflicto
(convenientemente alimentado) entre ellas. La cesión de unos y la imposición a
otros…
Voluntaria o involuntariamente,
los elementos más irrazonables de la sociedad encuentran un altavoz para sus
desvaríos en los medios de comunicación, sin excepción pro-sistema. Allí donde debiéramos
reunirnos todos (la plaza, el ágora o el foro) y con sosiego y firmeza dar liberación
cívica a nuestro enfado colectivo. Los agentes voluntarios (estos sí) son mercenarios
bien pagados que apuntalan externamente al sistema. Desde su barniz de
marginalidad y su maquillaje anti sistema realizan efectivamente la tarea de
ocupar lo público (lo más público en la calle es la plaza; en la plaza
confluyen las calles) a resguardo entre incautos gratuitos convenientemente
adoctrinados que sirven junto a ellos en aparente horizontalidad, en ignorada
tutela. No nos engañemos, estos agentes son de nuevo los artífices de un
contrafuego controlado: incendiarios de postín. Así, es significativo que fuese
en el foro, la plaza o el ágora donde la “indignación” obturó el escape
espontáneo de la presión de la sociedad cabreada; nunca indignada.
Pero quiero referirme ahora a un
aspecto fundamental que está relacionado con la cesión de unos y la imposición
a otros: el ataque a la libertad de expresión. Y es que todo aquello que sirva
al mantenimiento del statu quo de la estructura social que caracteriza al
Sistema será, como en el archiseñalado
conflicto existente en torno a las cuestiones de seguridad y privacidad,
conveniente y, sobre todo, sutilmente alimentado según las necesidades de los
dirigentes. Podemos imaginar un bucle de habitáculos sin dueño por los que
fluyen las personas por la acción de corrientes convectivas; soy consciente de
lo ideal del modelo, solo pretendo valerme del mismo para explicar una teoría
del flujo social en absoluto original. Estos habitáculos huecos interconectados
debieran formar la estructura social (suponíamos muerto al Antiguo Régimen de
castas…y en verdad era mucha suposición). El funcionamiento del modelo, su
plasticidad y flexibilidad, su fuerza y su dinamismo, su futuro despejado
residen radicalmente en la calidad del flujo. El flujo ha llegado a su caudal
crítico, que es aquel en que se consume la vitalidad por encima de su tasa de
reposición. ¿Qué ha ocurrido? Un habitáculo ha sido copado y ocupado en fraude
democrático y la sociedad ha sido traicionada. Una casta dirigente ha obturado
los flujos de entrada y salida de los más aptos, de los que más mérito han
adquirido, de los más inteligentes, preparados o, simplemente, de los
preferidos por las bases en listas abiertas. Los canales de circulación han sido
estrangulados; cualquiera que sea el criterio democrático preferido (o una
amalgama de todos ellos) para un flujo social a través de la propia estructura
social, la circulación ha sido detenida. La fuente se ha secado y las aguas
estancas son el caldo de cultivo idóneo para las enfermedades. De nuevo se ha
hecho necesario, mucho más si cabe, silenciar a la sociedad cabreada.
Lo vemos en tuiter, la plaza.
Tuiter es hoy el ágora dónde confluimos cada día para intercambiar opiniones,
pareceres, información, epítetos, don de gentes y distintos grados de educación
y falta de ella. Toca reflexionar sobre la petición expresa del ministro del
Interior Jorge Fernández Díaz de que se investigue a los autores de comentarios
absolutamente injuriosos vertidos acerca de la tristemente asesinada Isabel
Carrasco. Y merece la pena reflexionar también sobre lo sutil que puede ser el
control ulterior que este Bipartidismo-Bisagrismo puede ejercer en las redes
sociales (el verdadero y único ágora superados ya los medios de comunicación
convencionales) a tenor de este suceso; y más aún…
¿Podríamos reflexionar sobre el
papel de palmeros gratuitos de agentes impresentables que muchos tuiteros
pueden estar ejerciendo con una visión partidaria de cosa tan absolutamente
injustificable como un asesinato? ¿Podríamos no alentar en la red a esos energúmenos
hijos de puta que quieran o no son los agentes perfectos que apuntalan el
sistema? ¿Podríamos no ser la coartada perfecta para que la Casta no meta sus
sucias zarpas en twitter?
Y por último, una reflexión
dirigida a una gran proporción de tuiteros y usuarios de redes sociales: no hay
nada que alimente mejor ni engorde más a la bestia que es el
Bipartidismo-Bisagrismo que la retórica guerrillera faccionaria Vuestras mentes
estrechas resucitan el espíritu cainita. Seguid en esa línea de derechas e
izquierdas pero no presumáis de mirar al futuro, felones. Estáis entregando la
dignidad: barata la vendéis. En realidad, con lo que llevamos años soportando
los españoles, no os queda ni pizca.